La propietaria de un bar anuncia que llegará a presentar hasta 500 denuncias porque se sienten discriminados ya que no les permiten encender el televisor
CARMEN FERNÁNDEZ. TORREMOLINOS La propietaria del bar ´Moes´ de La Colina, Sacramento Ramos, interpuso ayer 75 reclamaciones en el Ayuntamiento de Torremolinos a bares del municipio por el incumplimiento de la ley que, según desde la Concejalía de Licencias, impide el uso de televisión en los bares de Torremolinos.
Esta empresaria denuncia que desde hace meses sufre acoso y persecución por parte del Ayuntamiento por el ruido de la televisión y de la radio. Sacramento afirma haber recibido constantes llamadas de parte de la concejala de Licencias, Marta Rodríguez, para decirle que no ponga la televisión, a pesar que esta empresaria comenta no haberla puesto desde hace dos meses, en que recibió el primer aviso.
Las denuncias las ha formalizado en las hojas de reclamaciones que ofrece el Ayuntamiento y pretenden que desde la Concejalía de Medio Ambiente se abran expedientes y manden a la Patrulla Verde de la Policía Local para comprobar si en otros bares hay televisiones y radios en funcionamiento.
"Me han dicho que no puedo tener ni la pantalla siquiera, aunque esté apagada, que si no la retiraba ya, me cerraban el bar y que me olvide de pagar el canon, que no servirá de nada" confiesa indignada.
Además, según anuncia esta propietaria, el ritmo de denuncias continuará, pues piensa llegar a denunciar a todos los bares y restaurantes de la ciudad, en un goteo semanal. "La próxima semana serán otras cien, pues no entiendo por qué otros bares que tienen denuncias y en su expedientes constan que hay mediciones positivas por ruido, no son sancionados y a nosotros nos lo quieren cerrar.
Sacramento aseguró que ya ha contactado con los vecinos del piso superior, que podrían ser los principales afectados por las molestias y no le han puesto pegas. Por el momento, esta propietaria advierte de que denunciará al Ayuntamiento ante el juzgado si no ejecuta sus reclamaciones, pues no está dispuesta a perder clientes para que se vayan a ver la tele a otros bares que tampoco tienen licencia. Ella afirma que cumple por ahora con la ley impuesta y busca nuevos mercados de clientes a través de futuras invitaciones a socios de la ONCE y de asociaciones de sordomudos y divorciados.